Luego, purga el grupo y precalienta el portafiltro. Después, sécalo antes de moler los granos.
Muele los granos recién tostados. Golpea suavemente el portafiltro para distribuir el café molido y luego prensarlo sobre una superficie lisa. Recuerda que es muy importante que la presión sea uniforme. Usa la herramienta Razor después de prensar para regular la altura del café prensado y asegurarte de que tienes la dosis correcta.