Descubre la gama
¿Prefieres un tueste claro, medio u oscuro? Para gustos, los colores. Disfruta del café exactamente como a ti te gusta con nuestras cafeteras de goteo.
Quizás no resulta ninguna sorpresa, pero el factor más importante que tiene un efecto sobre el sabor es el nivel de tueste de los granos de café. Antes del tueste, los granos de café son verdes y no tienen apenas sabor. Al tostarse, desarrollan distintos compuestos aromáticos, y la duración del tueste afecta a dichos compuestos y determina el sabor. Mucha gente prefiere un tueste medio, pero vale la pena explorar los más claros u oscuros para poder apreciar los distintos sabores y descubrir qué tueste se adapta a tu gusto.
De color marrón claro, los granos no presentan aceite en la superficie. El café de tueste claro es normalmente más ácido, con matices afrutados y cítricos. Un tueste claro retiene en gran medida los sabores únicos de origen de los granos.
Un tueste medio es de color marrón y ofrece más cuerpo que los tuestes más claros. El café comienza a acercarse a la dulzura más acaramelada y oscura de los granos tostados durante más tiempo, y presenta un sabor y aroma más equilibrados.
Un tueste oscuro tiene poca acidez, un cuerpo consistente y sabores más intensos y oscuros. El sabor de origen del café se rinde ante los sabores adquiridos durante el tueste, que son de matices amargos, ahumados y terrosos.
Esto puede que te sorprenda, pero la forma del filtro tiene un impacto más significativo en el sabor que otras variables. Con solo cambiar el filtro puedes transformar drásticamente el sabor del café. Los expertos descubrieron que ciertos sabores están asociados con distintos tipos de filtro, de modo que puedes escoger un filtro que se adapte a tus preferencias de sabor.
Los sabores dulces, florales, a fruta deshidratada y a chocolate se ven realzados al usar un filtro de base plana.
Los filtros semicónicos acentúan las notas ácidas, cítricas, de frutos del bosque y de café con tueste más oscuro y más cuerpo.
Esta es la proporción de café molido y agua que se usa durante la extracción, por lo que es lógico que si la variamos, el sabor cambie. La mayoría de los baristas utilizan proporciones entre 1:15 y 1:18, es decir, que por cada gramo de café molido añaden entre 15 y 18 gramos de agua.
Cuanto menos café uses, más se incrementará la percepción del dulzor. El café ofrecerá matices más delicados y equilibrados con una acidez sutil.
La proporción que elijas dependerá del sabor que prefieras, pero una de 1:18 resultará en un café delicioso y equilibrado.
Cuanto más café utilices, más concentrado será el resultado final, es decir, más intensos y marcados serán los sabores y más ácidas las notas.
El molido de los granos de café aumenta el área de la superficie del café que entra en contacto con el agua, y el grosor del molido determina la rapidez con la que el agua pasará a través de dicha superficie. Asimismo, esto influye en el sabor del resultado final. Tu preferencia de sabor determinará el grosor del molido ideal.
Un molido fino hará que el café quede más compacto, por lo que el agua tardará más tiempo en pasar. A su vez, esto resultará en un mayor nivel de extracción, notas más amargas y cuerpo más consistente.
Un molido grueso permite que el agua fluya a través del café más rápido, por lo que el tiempo y el nivel de extracción se reducen. Esto crea notas florales y de fruta deshidratada.
El tiempo que el café está en contacto con el agua afecta al nivel de extracción, que es el proceso por el cual se extraen los compuestos de sabor del café tostado y molido. Estos compuestos no se extraen todos a la vez. Primero, se obtienen las notas afrutadas y ácidas, seguidas por las dulces y equilibradas, y se concluye con las amargas. Como consecuencia, el tiempo de extracción produce variaciones en el sabor del café.
Cuando el café se extrae en poco tiempo, se realzan las notas afrutadas, dulces y picantes, junto con la intensidad a la que los catadores de café llaman acidez.
El café extraído durante más tiempo tendrá más cuerpo y un sabor más fuerte, ya que los compuestos que crean la dulzura y la acidez se verán sobrepasados.
Durante la extracción, el agua extrae el sabor del café molido y la temperatura del agua es una parte esencial del proceso. Si el agua está demasiado caliente podría provocar una extracción excesiva y, por consiguiente, un café de sabor amargo. Por otro lado, si está demasiado fría, la extracción podría ser insuficiente y dar lugar a un café más débil y ácido.
Un estudio en profundidad sobre la preparación de café revela la influencia que las diferentes variables tienen en el sabor. Explora los seis factores sensoriales en detalle y cómo estos conducen hacia tu café ideal.
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